El tabaco y el embarazo (Ensayo)

El tabaco y el embarazo

Fumar cigarrillos es una tendencia social, que no discrimina sexo ni condición económica, en la que muchas veces nos vemos envueltos. Pensar que un cigarrillo o dos no tienen sus consecuencias, es alentar a una amenaza en potencia para quienes no fuman y más letal cuando se habla de embarazo. Por eso, en cuanto desee la pareja tener un hijo, la costumbre de prender el cigarrillo debe apagarse. Las razones son varias y ninguna lo suficientemente inofensiva como para seguir teniendo un vicio que puede poner en riesgo la vida del bebé que viene en camino.


Según diversos estudios, la mayoría de las mujeres tienen dificultades para abstenerse del consumo del tabaco durante todo el embarazo y rara vez lo logran. La incidencia de madres fumadoras es alta; según cifras de EEUU, el 30% de los niños nacen de madres fumadoras y durante el período neonatal, la mitad de los niños están expuestos en casa al humo del tabaco. (Dr. Xabier Hernandorena, 2001) La nicotina y otros elementos del humo del tabaco tienen efectos en el crecimiento fetal, presentándose: aborto espontáneo, desprendimiento prematuro de placenta y bajo peso al nacimiento. Está comprobado que los niños nacidos de madres fumadoras pesan, un promedio, de 200 gramos menos. Los investigadores estiman que si las madres dejaran de fumar, la incidencia global de la mortalidad infantil disminuiría un 10% y la incidencia de muerte súbita del lactante descendería en un 27%. (SIDS, 2004) Ser un fumador pasivo también es nocivo para los bebés, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, muerte súbita y malformaciones congénitas ya antes mencionadas. Además las infecciones respiratorias son mucho más comunes en bebés expuestos al humo del tabaco. Esto quiere decir que el deber de dejar el cigarrillo no sólo corresponde a la madre, sino que es un trabajo en pareja para no exponer la vida del niño nacido o al nacer.

Las parejas que deciden tener un hijo deben conocer la importancia de evitar fumar tabaco durante y después del embarazo. Los efectos que puede traer el humo del cigarrillo, como defectos congénitos, falta de crecimiento y muerte súbita, son graves y reales. Naturalmente, fumar también es perjudicial para la salud de los padres por lo cual es mejor asegurar la vida del bebé que está en camino y la nuestra evitando completamente este mal hábito.


Bibliografía

  • · http://www.nacersano.org/centro/9388_9937.asp, 22 de noviembre de 2010
  • · http://www.euskonews.com/0124zbk/gaia12401es.html, 22 de noviembre de 2010
  • · http://www.sids.org.ar/mirar_al_cielo.htm, 23 de noviembre de 2010
  • · http://www.llli.org/Lang/Espanol/LVAugSep04.html, 23 de noviembre de 2010

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